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Con el sector público

La prevención, la concienciación y la sensibilización son esenciales para minorar el impacto creciente de la sustracción de menores por alguno de sus progenitores.

La concienciación debe empezar por las Instituciones del Estado que debieran velar por la protección de nuestros hijos y nunca ocultando la realidad del incremento en el número de sustracciones de menores. Una cifra, según la Memoria de la Fiscalía General del Estado, en el 2021 se abrieron 1.269 diligencias por sustracción de menores.

Queremos reunirnos con aquellos que tienen el contacto inmediato con el progenitor que denuncia la sustracción de un menor: las FYCSE y los Colegios de Abogados. A los primeros para que puedan aportar importantísimos datos que nos ayuden en la prevención: Donde hay más denuncias, en que época del año, rango de edad de los menores sustraídos, destinos posibles de esos menores, circunstancias previas, etc. A los segundos para exponerles nuestras experiencias y el “protocolo de actuación inicial” cuya eficacia está de sobras contrastada.

Necesitamos del Poder Ejecutivo una actuación determinante para la protección de los menores españoles o residentes en España frente a actitudes poco cooperantes de los países de destino. Nuestra Acción Exterior necesita de unas instrucciones claras al respecto.

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Con los medios de comunicación

Concienciar que, la desaparición por sustracción de un menor, independientemente de quien la realice, es una tragedia en si misma. Sin distinción de sexo o nacionalidad del infractor.

Por ello necesitamos de los medios para “mover” a las Instituciones del Estado. Recordarles cuales son sus deberes hacia los más indefensos, asumiendo que por desgracia y desde siempre, los niños han sido instrumentos para dañar a la otra parte cuando una relación se rompe. Y hacerlo sin complejos.

¿A partir de qué cifra de niños desaparecidos por sustracción es alarmante para los medios? Es siempre la pregunta que nos hacen: A cuántos niños afecta, como si el número fuese importante. Cada niño sustraído es una tragedia, una vida rota y marcada.

Los medios llegan a la sociedad, a toda. Cuando en alguna ocasión sobresale un caso, toda ella se alarma ya que desconoce que esto le sucede a 4 niños TODOS LOS DÍAS. Necesitamos que nos ayuden a trasladar que cada caso no es una singularidad sino que es  producto de un defecto en nuestro ordenamiento jurídico, que las medidas de protección no funcionan.

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Con los actores sociales

Para fines específicos:

Creación de la figura del DEFENSOR DEL MENOR (sorprendentemente no existe en nuestro país) y con poderes ejecutivos.

El fin lo merece. Cada niño es un tesoro y debemos blindar su infancia o al menos intentarlo. El Defensor del Menor con delegaciones en cada CC.AA, albergará la figura del Fiscal Civil de Menores, aquel que asumirá su tutela cautelar en caso de riesgo inminente y lo representará ante las instancias judiciales extranjeras en el caso de sustracción internacional.

También el Defensor del Menor asumirá la coordinación de los equipos psicosociales velando por la homogeneidad de criterios aplicados y evaluando su acción.

Será la voz de los menores ante el Poder Legislativo, significando las carencias de nuestro marco legal, las ineficacias de los procesos judiciales que se prolongan indefinidamente y activando las alarmas ante los incumplimientos de otros países respecto a los convenios de los que formamos parte.

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Con los afectados

Para ayudas muy concretas:

Visibilizar los casos más dramáticos mediante espacios en nuestra web y RR.SS. Donde los progenitores afectados puedan recibir ayuda, tanto pecuniaria como “en especie” para afrontar el elevadísimo gasto que supone la lucha judicial en el extranjero.

Una media de coste de un proceso de restitución internacional está en los 60.000,00€, pocos bolsillos lo pueden afrontar y España no proporciona ningún tipo de ayuda en estos casos. Al contrario, nuestro país, cuando es el requerido por esta cuestión, facilita representación jurídica gratuita al progenitor extranjero y le facilita traductores, traducción del sumario, etc., sin coste alguna para él.

La mayoría de los niños españoles se pierden por la falta de medios económicos para afrontar su restitución y la nula acción protectora del Estado Español hacia sus menores sustraídos y desaparecidos.

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